Nuevamente, nos encontramos que el primer señor de la guerra, Kith no dispone de lore, por lo que solamente pondremos el lore del último eldar oscuro. Con esto finalizamos el ciclo de lore de los señores de la guerra; si queréis indagar más os invitamos nuevamente a a que consultéis la wikiwarhammer40k.
Urien Rakarth
Retorcido más allá de toda mesura, Urien Rakarth tiene tal
maestría sobre las artes de la carne que ha muerto y vuelto a la vida
una y otra vez. Rakarth es un depravado genio de la carne, de
habilidades legendarias en los campos de la manipulación corporal y la
escultura anatómica. Aunque tiempo atrás había disfrutado de un rango de
altura en las intrigas que rodean a Commorragh,
en un momento dado decidió abandonar esa lucha por el poder y el
prestigio. Ahora, Rakarth existe solo para dar rienda suelta a su
depravación.
El envejecido cuerpo de Urien ha perdido hace ya mucho la tersura de un Eldar Oscuro recién alimentado, pues tiene
varios miles de años de edad. A lo largo de su vida, Urien ha fallecido
víctima de disparos, armas de filo, llamas, rayos de energía, toxinas y
muchos otros sistemas aún más terribles. Cada vez que muere, sus restos
son usados para desarrollar lentamente otra encarnación del Maestro Hemónculo,
pues Urien es el origen del proceso de regeneración y cada uno de sus
huesos alterados quirúrgicamente guarda la llave para fraguar una oscura
resurrección. Rakarth ha cruzado el velo tantas veces, que ha aprendido
a saborear la muerte como si fuera un delicado vino, disfrutando de la
agonía y el sentido de transcendencia que acompaña a cada muerte. En los
siglos recientes, no obstante, algo parece haberse corrompido en el
proceso de regeneración, y cada una de las últimas encarnaciones de
Urien ha sido apenas un vestigio de la anterior. Por ese motivo,
actualmente es una visión de pesadilla, su espalda llena de alargados
huesos espinales que sobresalen en barroca profusión, y su lasciva cara
unida al cráneo por apenas unos meros cordeles de carne coriácea.
Además, Rakarth tiene múltiples pares de brazos, algunos de ellos
arrancados, forrados de metal y vueltos a injertar como implantes
plenamente funcionales, otros de un aspecto espantosamente atrofiado,
asomando desde su cuerpo en ángulos imposibles y apenas capaces de
señalar o agarrar objetos cercanos. Las constantes regeneraciones de
Urien han afectado a su metabolismo de tal manera que su carne
artificialmente endurecida se ha vuelto capaz de recomponerse y curarse a
una velocidad increible. De hecho, Rakarth agradece cualquier forma de
herida que sufre, sobretodo en el campo de batalla, pues ello le obliga a
tener que improvisar.
Al igual que todos los demás Hemónculos,
Urien muestra un entusiasmo sin igual por crear sinfonías de dolor.
Puede que alguna vez sus atroces estudios tuvieran algun fin, pero ese
se perdió hace mucho tiempo en un enloquecido mar de locura, dolor,
obsesion y sufrimiento.Uno de sus máximos logros ha sido crear a unos Grotescos
especialmente fuertes y resistentes. De todos los Hemónculos, Urien
Rakarth es el más poderoso, y quizás, el más antiguo, pues todos los
demás Hemónculos le respetan y temen.
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